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Sólo el 20% de los dolores de garganta deberían ser tratados con antibióticos
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“Solamente alrededor del 20% de las faringoamigdalitis son debidas a infecciones bacterianas, y, por lo tanto, tributarias de tratamiento antibiótico”, ha explicado Xavier Boleda, farmacéutico comunitario y miembro del grupo respiratorio de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC). “El resto, en su mayoría están provocadas por virus, por tanto, una vez aplicados los criterios diagnósticos diferenciales, pueden y deben ser tratadas con otros medios alternativos a los antibióticos”, ha matizado Boleda.

Uno de los problemas más importantes en la terapia antibiótica es que su arsenal disponible se ve cada vez más limitado a causa de la aparición de resistencias, que se agravan debido al uso indiscriminado y al incumplimiento de las pautas”, ha señalado el farmacéutico en la sesión formativa “Avances diagnósticos y terapéuticos en el manejo de los procesos inflamatorios de garganta”, celebrada en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y que han contado con el respaldo de Reckitt Benckiser Healthcare.

De hecho, una serie de datos demuestran que la sobre prescripción de antibióticos es ineficiente por distintas razones: no acorta el curso de la enfermedad infecciosa en pacientes individuales[i], aumenta los costes y causa efectos adversos innecesarios problemas gastrointestinales, cefalea, rash cutáneo, infecciones fúngicas). En una revisión realizada por la organización Cochrane en pacientes adultos con bronquitis aguda tratados con antibióticos se registraron hasta un 31% de efectos adversos[ii]. También aumenta el potencial para el desarrollo y expansión de las resistencias en la comunidad[iii] y en el propio individuo[iv]. Además, aumenta la frecuencia en episodios similares (dolor de garganta) en el mismo individuo, lo que aumenta los costes de tratamiento[v].

Antiinflamatorios no esteroides (AINEs)

Para los procesos de dolor leve-moderado de garganta, Boleda ha indicado que “los AINEs son una muy buena opción terapéutica, utilizados en ciclos cortos, a dosis lo más bajas posibles y siempre dentro de su rango de eficacia”. Entre los avances terapéuticos en el campo de los AINEs, Boleda ha destacado “el flurbiprofeno en una fórmula en pastillas para chupar, ya que, al tratarse de un AINE de elevada potencia, permite una dosis baja en su formulación”. Asimismo, “presenta un buen perfil de tolerabilidad con respecto a otros antiinflamatorios y proporciona un alivio sintomático del dolor de garganta en poco tiempo. Al no absorberse de una forma significativa, y, por tanto, no producir un efecto sistémico, reduce la posibilidad de aparición de efectos secundarios”, ha concluido Boleda.

El dolor de garganta o faringoamigdalitis

El dolor de garganta o faringoamigdalitis es el motivo de 4 millones de consultas al año en España. Se trata, entonces, de la infección de las vías respiratorias altas más frecuente en las consultas de atención primaria en un 34% de los casos, la mayoría de los cuales se relacionan con infecciones víricas.

Se calcula, además, que se producen 16 millones de casos anuales, que suponen el 15-20% de las infecciones respiratorias[vi]. En otro estudio realizado en España, el dolor de garganta fue el motivo de consulta más frecuente por una causa infecciosa[vii].

En la actualidad, el tratamiento más habitual para el dolor de garganta son los AINEs y/o antibióticos (en caso de infección bacteriana).

Flurbiprofeno 8.75 mg

Flurbiprofeno 8.75 mg está indicado para el dolor leve-moderado de garganta. El tratamiento se administra mediante pastillas para chupar que permiten que su acción sea rápida y prolongada en el tiempo, con efecto de hasta 3 horas desde la última toma. Reduce el dolor a partir de los 2 minutos y la inflamación a partir de los 15 minutos de su ingestión[viii].

Flurbiprofeno 8.75 mg pertenece a los AINEs y gracias a su elevada potencia, permite una dosis baja en la formulación, presentando un  buen perfil de tolerabilidad[ix] con respecto a otros  antiinflamatorios, el uso de los cuales puede asociarse con la aparición de ciertas complicaciones (especialmente de tipo gastrointestinal).



[i] Cals JW et al. Ann Fam Med 2010;8:124–33.

[ii] Smucny J et al. Cochrane Database Syst Rev 2004;(4):CD000245.

[iii] Goossens H et al. Lancet 2005;365:579-87.

[iv] Costelloe CF et al. BMJ 2010 ;340:c2096.

[v] Little P et al. BMJ 1997;315:3502

[vi] Rev Esp Quimioterap 2003;16:74-88.

[vii] Llor C, Hernández S. Enfermedad infecciosa en atención primaria: estudio prospectivo durante todo un año. Enferm Infec Microbiol Clin 2010;28:222-6.

[viii] Schachtel B et al. Int J Clin Pharm 2012;34:143–258.;71:375–80.

[ix] Benrimoj SI et al. Clin Drug Invest 2001;21:183−93.

 

Reckitt Benckiser